Atajacaminos ñañarca (Systellura longirostris)

El atajacaminos ñañarca (Systellura longirostris) es una especie que puede ser visualizada en los diversos ambientes en las zonas que abarca el blog pero dado su comportamiento y coloración críptica es poco común de observar durante el día pero si en ciertas zonas por la noche.

Su tamaño es de 27 cm y con un peso de 71 gramos. Su descripción es la siguiente: Presenta alas relativamente cortas y redondeadas. Cola cuadrada y algo larga. Pico negro, rodeado por muchas cerdas largas. Coloración general críptica, de tonos grisáceo parduscos (son raros los ejemplares rojizos). Estriado y manchado de negro y ocráceo en todo el plumaje. Pecho ocráceo, grisáceo y vermiculado de negro. 

Sexos con algunas diferencias.

Macho:  Collar blanco. Cola pardo oscura con ápice ancho blanco, visible en vuelo. Alas con primarias negruzcas y una banda basal blanca, visible en vuelo.                                               

La hembra es parecida al macho, pero el collar es acanelado, carece de las manchas en el ápice de las timoneras y las bandas de las remiges primarias son de color acanelado.

El inmaduro es similar al adulto con cola y alas más cortas, más grisáceo y con manchas ocres y rojizas.

                                                 Ejemplar macho.

 Se lo encuentra solitario o en parejas, en los lugares donde abunda la comida pueden verse varias parejas en áreas reducidas; vive en campos abiertos de pastizales y arbustos, estepas pedregosas con matorrales, borde de lagunas y sitios arbolados abiertos; de día permanece oculto, se posa en el suelo, su coloración mimética lo oculta eficazmente, pasa desapercibido aun a muy corta distancia, camuflado entre la hojarasca, las ramas y los líquenes que cubren las piedras y rocas; levanta vuelo solamente si se esta casi encima de él, entonces lo hace sorpresivamente, para detenerse no muy lejos luego de realizar movimientos zigzagueantes para confundir a quien se aproximó.

 Entra en actividad a la hora del crepúsculo y la continúa durante la noche; se alimenta de insectos que captura en vuelo. Con frecuencia se lo puede ver posado en caminos; encandilado por las luces de los vehículos, suele chocar contra éstos cuando vuela repentinamente; sus grandes ojos reflejan la luz y es posible seguir su vuelo en zigzag y saltarín cuando la luz artificial lo enfoca.

Nidifica depositando sus huevos directamente en el suelo, donde pone hasta 2 huevos de color blanquecino con pequeñas manchas pardas y grises.

Habita en casi todo el norte de nuestro país y su población esta dividida en varias razas; en la región patagónica- desde Neuquén y Río Negro hasta el sur de Santa Cruz- habita la raza Systellura longirostris patagonicus, que en invierno migra al norte; en el oeste de Neuquén, el oeste de Río Negro y el noroeste de Chubut se encuentra la raza Systelluara longirostris bifasciatus. Además se encuentra en países limítrofes de Argentina hasta Colombia y Venezuela.

                                                              Más fotografías del ejemplar macho.

                                            Ejemplar hembra.

                                                                      Vídeo.